Siempre he pintado, todos los días lo hago y este año gracias al consejo de una amiga decidí apuntarme a una academia particular para mejorar mi técnica.
Una de las horas asisto a la clase con niños pequeños, que aunque les de pereza pintar, y se pasen la mayor parte del tiempo hablando, se puede apreciar que algunos son unos grandes artistas en potencia, y otros aun necesitan un poco de practica pero son como pequeños diamantes en bruto que solo necesitan pulirse un poco.
La segunda hora, estoy con adultos, que pintan en sus lienzos con gran destreza, y que aspiro a poder llegar algún día a poseer la mitad de su técnica.
Aunque cuando pinto me apasiona tanto lo que hago que no puedo despegarme del caballete ni para mirar la hora, hay veces en las que miro de reojo y admiro profundamente sus lienzos.
El caso es que el otro día mientras trabajaba en mi cuadro, completamente sumida en mi quehacer una niña de unos cinco o seis años tiró de mi bata y dijo con gran admiración "que bonito" :D
La verdad es; que no era para tanto, pero nunca jamás en mi vida olvidaré el brillo de los ojos de aquella niña. para mi significó mucho, seguramente ella ni se acordará, pero para mi sus palabras tuvieron mayor valor, que la valoración que pudiese hacer el mayor de los críticos.
¡Qué bonito! Esos pequeñajos de ojos brillantes que nos alegran el día xD
ResponderEliminarOye, cómo mola eso de la academia de pintura! Ya me contarás qué tal te va ^^ ¡artistaa!
^^ Gracias, (no me digas esas cosas que me sonrojo XDXD) artista es una palabra demasiado grande :)
ResponderEliminar